Aceites Lis colabora este año en la octava edición de “El Rincón de los Aceites de España” organizada por la asociación Slow Food Zaragoza, que se celebra el próximo 14 de mayo en Aida Gastro Espacio.
Sergio Lis, maestro de almazara de Aceites Lis, es uno de los invitados de esta sesión monográfica dedicada a dar a conocer la cultura del aceite de oliva virgen extra. El productor de la almazara almuniense explicará a los asistentes las características de Goldlis, aceite de oliva virgen extra Premium reconocido en esta campaña como mejor AOVE de Aragón, y de El Fuelle Gran Selección, un gourmet monovarietal de arbequina temprana elaborado también por Aceites Lis.
La sesión comenzará a partir de las 19,00 horas y los asistentes pueden inscribirse a través del correo electrónico comunicación@slowfoodzaragoza.com, en Novomúsica (Paseo de la Mina, 15) o en el teléfono 976 23 84 00. El precio es de 26 euros para socios de Slow Food y de 28 euros para no socios e incluye una cata de aceites de oliva virgen extra y una cena con un menú degustación de productos tradicionales elaborado por el equipo de Jorge Alarcón, del Restaurante AIDA.
La organización de “El Rincón de los Aceites de España” define esta sesión como “una actividad teórica y sobre todo, práctica, para dar a conocer los variados aceites de oliva virgen extra que se elaboran por nuestra geografía, proyectos, características y sus singularidades sensoriales, magníficamente detallados por sus productores”.
Además de Sergio Lis, presentarán sus productos Carlos Domínguez, de la almazara oscense ECOSTEAN (Huesca), y Emilio Morcillo Moreno, agricultor de la asociación OLEAÍ que participará con el picual ecológico Tierras de Tavara (Jaén). La cata estará dirigida por Juan Baseda, director técnico de la D.O. Aceite del Bajo Aragón.
“Slow Food” es un asociación internacional que va mucho más allá de lo que su nombre indica. La organización entiende la alimentación como uno de los pilares fundamentales de toda cultura y, en consecuencia, pretende actuar sobre todos los ámbitos afectados por este acto cotidiano del ser humano.
La organización se fundó en 1989 en Bra (Italia) y, desde entonces se ha ido extendiendo por todo el mundo a través de organizaciones más locales para combatir la estandarización de la alimentación, prevenir la desaparición de culturas y tradiciones alimentarias locales y hacernos pensar sobre los efectos derivados de nuestra forma de alimentarnos.
Slow Food considera que la alimentación está relacionada con muchos otros aspectos de la vida, incluidos la cultura, la política, la agricultura y el medio ambiente. La organización afirma que a través de las decisiones que tomamos en relación con el consumo de alimentos podemos ejercer una influencia colectiva sobre la forma en la que estos se cultivan, se producen y se distribuyen generando, en consecuencia, un gran cambio.
Así, Slow Food ha ido ampliando campos durante estas décadas y, hoy en día, trabaja en áreas como la defensa de la biodiversidad, la recuperación de variedades tradicionales y la puesta en valor de los productos locales, fomentando el consumo de productos de cercanía y de temporada, entre otros valores como las costumbres tradicionales vinculadas a la gastronomía y a la cultura en general.